sábado, noviembre 26, 2005

Cómo nació la idea

El amor por la mar siempre estuvo presente en nosotros. Al juntarnos fue casi automático: ambos buscábamos "eso". Propuesta de uno, matiz del otro, búsqueda... y decidimos lo que queríamos.

Ahora había que encontrarlo.

Había uno en Pontevedra. Caro y lejos.

Otro en el Puerto más cercano. Lo vimos. Estropeado. Habría otro. ¿Habría otro?

Alguno más en venta. O no eran "ése" o no nos esperaban.

Por fin, había una posibilidad de uno. Quizás. Quizás no. Fuimos. Lo vimos. Lo sentimos. Era "ése". Nos esperaba. Lo tenían disfrazado. Pero era "él". Sin duda. Antes de irnos, nos hizo un guiño. Él y nosotros. Nosotros y él. Lo adoptaremos.

Y así fue como llegó a formar parte de nuestras vidas.